jueves, julio 08, 2010

El perro y el pacifista



Bryan Adams* fue capaz de llenar oídos y corazones durante varias décadas. Con su música, con su sensibilidad, con sus mensajes.
Cuando cumplió 10 años su tío le regaló su primera guitarra y a partir de entonces empezó a mostrar interés por la música, algo que no aprobaba su padre, diplomático de profesión. Al poco tiempo, sus padres se divorciaron, por lo que el futuro cantante se fue a vivir con su madre y su hermano a la ciudad de Vancouver. Bryan pasó parte de su infancia y adolescencia en Portugal, habida cuenta de la profesión de su padre, el Embajador. Vivió en Birre, cerca de Cascais, a unos 25 kilómetros de Lisboa. Por eso, tan bien habla el idioma portugués. A los quince años dejó la escuela y se unió a una banda como cantante haciendo giras por Canadá.
En alguno de todos esos recorridos nació el idilio con la naturaleza. Se hizo pacifista, ecologista y vegetariano. Un día de 1993, mientras se filmaba el video de la involvidable "Please forgive me" sucedió una anécdota que lo cuenta. Apareció el perro del dueño del estudio. No lo querían dejar entrar al lugar. Pero el inmenso Bryan lo invitó a pasar. Le habló, lo acarició, lo invitó a sentarse. Y ahí estuvo el perro del pelo dorado. Lo siguió a todos lados, sentado al lado del cantante, invariablemente. Nadie podía creer que no ladrara cuando sucedía la canción. Pasó hace 17 años. Ahora el video lo muestra al perro andando por el video. Como protagonista elegido. El pacifista sabía y sabe rendir homenajes.

*Bryan Adams ofrecerá un recital el 18/7 en Johannesburgo, a modo de cierre de la Copa de Sudáfrica 2010 y para celebrar el cumpleaños 92 de Nelson Mandela.

Post publicado desde Johannesburgo, Sudáfrica.