
A los 29 años publicó el primero de sus seis libros de poesía. En sus poemas se mezcla el más intenso erotismo y la más alta espiritualidad, producto de su inspiración en dos mujeres cuya identidad siempre permaneció en misterio. También surge la ternura, al evocar a su madre. Como en este caso:
Duerme
La madre ha logrado
dormir a su hijito.
Una obra maestra
de pequeños suspiros,
de menudas palabras,
de amenazas, de mimos,
de dulces cancioncillas,
de voluntad, de instinto...
No respiremos casi.
El niño se ha dormido.
Poesía y Prosa. Centro Editor de América Latina, 1968. Herederos de Baldomero Fernández Moreno.