lunes, mayo 18, 2009

En el nombre de Pedro


"Pibe, no crea, eh... Ya está todo inventado", decía con esa mueca mínima, que parecía una sonrisa buscando sana complicidad. Cada diálogo con él resultaba una revelación. Cuando hablaba, cuando miraba, el señor Pedro Uzquiza resucitaba a un Buenos Aires que ya no existía, que ya había perdido los preciosos códigos del bar y de la bohemia. No sólo eso hacía: mostraba caminos, abrazaba el culto a la amistad, se animaba a decir verdades incómodas, mostraba su costado más visceral y se enojaba ante las injusticias cotidianas. Era auténtico, férreo en algunas ocasiones, cristalino siempre. Guardaba su inmensa ternura para los que la merecían.
Fue periodista de Clarín, El Gráfico y La Razón, entre otros tantos medios; docente sin pizarrón en cuestiones de la vida; un defensor del buen gusto; un tipo implacable con los ventajeros; un hombre íntegro, sensible, generoso; un amigo que también ahora aparece en la mesa del bar de enfrente, como recuerdo entrañable...
Ediciones Al Arco, el único sello nacional de literatura deportiva, le acaba de ofrecer un tributo: su nueva colección de libros, que arranca con la reedición de De Puntín (once cuentos de autores diversos, con prólogo de Jorge Valdano y contratapa de Eduardo Galeano), se llamará Pedro Uzquiza. Una iniciativa impulsada por Marcos González Cezer y Julio Boccalatte, responsables de la editorial, y celebrada por todos aquellos que conocieron al inolvidable Pedro. Sucede que los tipos como él perduran más allá de los días que vivieron: en esas historias encantadoras que brotan como añoranzas, en muchas de sus buenas notas en el archivo o, ahora, en una colección de libros que llevará su nombre.

Texto publicado por el autor del Blog, en Clarín.