martes, junio 03, 2008

Anónimo superhéroe

Leonardo Almanza define ante Sanmartino y con ese gol mandará a Excursionistas a la Primera C. Sucedió el 27 de mayo de 1995, en la cancha de Platense. Se trató de una tarde feliz para un barrio feliz, mi queridísimo Núñez de la niñez.

El siguiente texto lo publiqué en Clarín, en el suplemento deportivo del 2 de junio de este año. Se trata de un homenaje a quien permitió aquella alegría de hace 13 años, en plena adolescencia:

Almanza, el Poy del Bajo Núñez

Leonardo Almanza nunca jugó en la máxima categoría del fútbol argentino. Sin embargo, tiene su propio día en la historia: el 27 de mayo de 1995, hizo dos goles para Defensores de Belgrano en el último Clásico del Bajo, ante Excursionistas. La consecuencia fue devastadora para el club de La Pampa y Miñones: descendió a la C y nunca pudo regresar. Incluso este año corrió riesgo de descender a la D, la última categoría de la AFA, por primera vez en sus 98 años.
Para los hinchas del club del Bajo Núñez, aquel triunfo resultó el más importante de la historia reciente de Defe, que ahora milita en la Primera B. No sólo eso: cada mes de mayo se celebra en la cancha de Comodoro Rivadavia y Avenida del Libertador la Copa Almanza, un torneo entre hinchas para evocar aquel encuentro disputado en Platense. El año pasado el rito incluyó la participación de Almanza, quien como en aquella tarde de 1995 definió ante la salida de un arquero ocasional para delirio del pueblo defensorista. Algo parecido a la fiesta que desarrollan cada 19 de diciembre los hinchas de Rosario Central con la Palomita de Poy, por aquel gol ante Newell's, en 1971, en el Monumental.
Almanza nació el 22 de enero de 1974, en Merlo. Llegó a Defensores en 1993 y jugó hasta 1995. En 1998 regresó por un puñado de partidos. En total, disputó 33 encuentros e hizo apenas cuatro tantos. También se puso la camiseta de All Boys, Temperley y Deportivo Italiano. Entre la segunda y la tercera categorías, actuó en 101 encuentros y convirtió 18 goles. El también sabe que aquellos dos gritos bajo el cielo de Vicente López no tendrán olvido. Por las dudas, de todos modos, los hinchas de Defensores de Belgrano se lo recuerdan todos los años, cuando llega mayo y brota la añoranza inevitable. Como sucedió ayer.